La mató por amor

El diario chileno La Cuarta publicaba en un titular: "El amor y los celos la mataron" a propósito del femicidio de una mujer colombiana descuartizada por su ex pareja. Sí, el ex. Otro titular: "Hizo anticucho con la polola" alude al mismo crimen, el crimen del anticucho. El anticucho, el fierro filoso atravesado de carnes: ¡qué lenguaje figurativo tan divino!

Los titulares de los periódicos anuncian, en resumidas cuentas, la esencia de un hecho noticioso digno de ser comunicado a las audiencias. Por supuesto se deben anunciar estos crímenes, por supuesto, pero para visibilizar la violencia, no para causar sensacionalismo, ni menos, para provocar un efecto perlocutivo jocoso. 

Somos el lenguaje, somos la palabra, somos la realidad: esas mil realidades, las buenas y las malas. Y las malas, si las visibilizamos las podemos cambiar. Naturalizar un acto tan violento e inhumano, como un femicidio con una finalidad meramente jocosa resulta absolutamente condenable en la dinámica comunicacional. Advertencia: nadie mata por amor. El machismo mata. El patriarcado mata. Hombres cuya "racionalidad" los insta a matar a sus novias y ex novias con un mero ánimo de posesión, eso; mata. Cuidado, que no son hombres enfermos; son hijos del patriarcado.

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