Ser solteras, no estar solteras
Toda historia de amor se acaba. O porque uno deja de amar o por cambio de planes o porque alguno muere. Los amores largos, los buenos, tranquilos y, los malos, mejor que se acaben. Entonces, ¿por qué la pregunta sobre el estado amoroso de las personas importa tanto si se conoce su destino? Hoy en día, pareciera que, llegando a cierta edad en la que podemos involucrarnos afectiva/amorosamente, estar solteras implica un estado transitorio versus el estar en pareja como uno permanente. Y me refiero acá solo a la consulta común sobre las relaciones sexo afectivas, porque pareciera ser que las otras relaciones sociales no importasen tanto o fuesen secundarias, ya que orbitan cual satélites la tierra del amor. Difícil o menos común es hallar la pregunta ¿y cómo vas con tus amigas?, ¿cómo va tu proyecto?, ¿resolviste el conflicto con tu vecina?, ¿te reconciliaste con tu papá?, ¿le pediste disculpas a tu hermano? (al menos que sean amigos cercanos, se entiende). Incluso pareciera ser que qui